Sobre nosotros

Tras otra noche más en blanco, robado el sueño por las penurias económicas, Gregorio tomó una decisión que cambiaría su vida para siempre. Había resuelto comprar un cerdo. Aquel animal sería vital para sacar adelante a sus seis hijos. El inicio de todo, el punto de partida de nuestra empresa, es una decisión de supervivencia, como tantas otras en aquella época tan llena de dificultades.

¡Cuánto hemos cambiado desde 1960! Pero seguimos siendo los mismos. Aquellos años de estrecheces no se olvidan, años de incertidumbre, de trabajo a destajo y de hambre. Pero aquellos hombres y mujeres andaluces no se amilanaban. Lucharon contra la adversidad con tesón y honradez, sin conformarse a un destino negro. Y son nuestra inspiración.

Gregorio y Caridad, con mucho esfuerzo, compraron un cerdo. Lo criaron, lo cebaron y, llegado el momento, hicieron embutidos, que vendieron. Con la ganancia conseguida, saldaron deudas y compraron otro cerdo. Toda la familia colaboraba en el trabajo. Gregorio, Caridad y sus hijos sabían trabajar la carne de cerdo, y sus productos pronto se hicieron célebres en el lugar.

Pasado un tiempo, Gregorio pudo adquirir una casa mejor, más amplia, cuya planta de arriba dedicó a la elaboración de jamones y embutidos artesanales. La producción aumentaba poco a poco empujada por una demanda creciente debido a su exquisita calidad, por lo que alquilaron un puesto en el mercado de abastos de Loja, donde sus productos caseros se comercializaban con éxito cada vez mayor.

Han pasado muchos años desde entonces, y aquella calidad exquisita fruto de una elaboración puramente artesanal continúa siendo la seña de identidad de los jamones y embutidos Lizana.

Nunca podremos olvidar aquel primer animal que adquirieron Gregorio y Caridad y que marcó el destino de la familia. Aquel animal que significaba el sustento y el porvenir de sus seis hijos e hijas. Dos de los cuales, Manuel y Emilio, siendo todavía muy jóvenes, comenzaron a trabajar junto a su padre, asumiendo con el correr de los años la gestión del negocio familiar. Hasta llegar a la actualidad, en que la tercera generación de la familia hemos tomado las riendas y aspiramos a conducir la marca Lizana hacia un prometedor futuro, el de la una empresa de hoy en día, dinámica e innovadora, pero sin olvidar nunca nuestros orígenes.

Seguimos fieles a la elaboración casera de nuestros productos, porque, tras todos estos años de experiencia, sabemos que el proceso de elaboración artesanal es esencial para la calidad del producto. Nuestro abuelo Gregorio lo supo desde el principio: de su casa solo podría salir lo mejor de lo mejor. Y esa sigue siendo nuestra máxima aspiración.

El profundo orgullo que sentimos por nuestros orígenes y el respeto y admiración que debemos a aquel hombre y a aquella mujer que trabajaron sin descanso durante tantos años por el porvenir de su familia nos hacen deudores de una tradición que está presente en todos y cada uno de nuestros productos. Por eso actualmente nuestro máximo afán es la elaboración de jamones y embutidos del cerdo de aceituna totalmente naturales, libres de aditivos y alérgenos. La verdadera innovación es lo más natural.

Nuestra línea de productos elaborados con carnes de cerdos ibéricos alimentados con aceitunas y criados en libertad en olivares ecológicos viene a suponer un hito en nuestro afán por continuar en la senda de la producción artesanal de máxima calidad iniciada hace sesenta años por los abuelos Gregorio y Caridad.

En Lizana sabemos muy bien que se puede ser disruptivos e innovadores y seguir apegados a la tradición que amamos.

La empresa EMBUTIDO GARCIA LIZANA SL. con CIF B18247643 ha sido beneficiaria del programa Kit Digital cofinanciado por los Fondos Next Generation (EU) del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia

PROGRAMA KIT DIGITAL COFINANCIADO POR LOS FONDOS NEXT GENERATION (EU) DEL MECANISMO DE RECUPERACIÓN Y RESILIENCIA

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